miércoles, 23 de septiembre de 2015

LA RECTORAL OSCURA


      Explorar a última hora de la tarde tiene sus ventajas e inconvenientes. Es más fácil entrar sin ser visto, pero a cambio tienes que echar mano de flash y jugarte la salud sin saber muy bien dónde pisas y sabiendo que la noche te espera a la salida... 
    Nos encontramos en una rectoral enorme, bastante hecha polvo, pero con algunos detalles curiosos. Tenía dos grandes chimeneas, pero sólo encontramos una cocina, en la planta baja y un pelín claustrofóbica, apenas entra luz natural allí. También hemos sabido que en el sótano se practicaba la tortura de la "gota china"...  ¿Leyenda? ¡Quién sabe! Aunque, y sin intención de entrar en polémica, tratándose de la Iglesia... Costó bajar allí, pero lo hicimos y ahora se parece más a una bodega. 

La puerta principal, una vez dentro.


     El primer vistazo no nos da muchas esperanzas, la conservación ha sido pésima. Aún así, caminamos por ese pasillo y llegamos a "la habitación del pánico", ya que si no me para en seco mi compañera que iba delante, ahora mismo no estaría escribiendo este reportaje.


Tras esta puerta de la derecha...






Recuperada del susto, volvemos atrás y nos encontramos al padre de todos los retretes...



Siguiente parada, la oscura cocina...




Con un horno al fondo...





Dejamos la cocina y subimos a la segunda planta, sólo hasta donde nos parece seguro...







En esta planta se conservan algunos muebles y objetos en las alacenas...











En la habitación contigua, sin atrevernos a entrar del todo, vemos algo de ropa en el armario...




Y la continuación de la chimenea que vimos en la cocina de la planta baja.



     Unas estrechas escaleras continúan subiendo, pero después de mirar al techo desde distintas habitaciones, esta vez llegamos a un acuerdo a la primera... ¡NO SUBIREMOS AHÍ!



En esta imagen parece que se adivina el lomo de un libro, o una alfombra enrollada... Me quedaré con las ganas porque lo vi una vez vaciada la cámara en casa.



Decidido entonces, nos vamos al sótano de la tortura, con el gracioso recibimiento de un murciélago...










     Encontrar allí tantas botellas y piezas de un antiguo lagar, nos confirma que sí, que el último uso de este sótano fue el de bodega. 
     Quién sabe, realmente, para qué nació este lugar frío, húmedo, sin ventanas ni puerta al exterior y con esas pilas de piedra tan extrañas... 
     Cuando salimos de allí era completamente de noche y la única salida era cruzar el cementerio del lugar, el mismo por el que entramos y que dio el final más siniestro posible a esta visita...





























































4 comentarios:

  1. Buen reportaje y muy adecuado para estar nervioso visitandolo, saludos

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    1. Gracias Pedro! Muchos nervios y tensión, a veces arriesgamos demasiado y hay que empezar a echar el freno, antes de llevarnos un disgusto. Un saludiño y gracias una vez más por tu visita :)

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  2. Menuda impresión la habitación sin suelo y la del techo picado!!

    Como para bailar claqué sobre esos tablones...

    El sótano de las torturas me ha encantado xD

    Curiosas esas picas..

    Saludos!! :)

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    1. Ufff ya te digo, Jose... un miedo... Pero es lo que tienen estos sitios y no vamos a dejar de jugárnosla, verdad? Tú lo sabes bien ;)
      Muchas gracias por tu visita y tu comentario, hasta apronto.

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