viernes, 26 de septiembre de 2014

LA CASA CRUJIENTE


     Esta es esa típica casa, perdida en ninguna parte, de la que no sabes nada… pero eso es lo mejor…  cruzar la puerta y comenzar a leer su historia paso a paso y objeto a objeto, a través de los recuerdos que han dejado atrás sus últimos habitantes…

     Lo que nos cuenta, según mi humilde interpretación, es que tuvieron que abandonarla por amenaza de derrumbe, a juzgar por las grandes grietas que se pueden observar  en las paredes interiores, ya que por lo demás estaba bastante bien conservada.
     El suelo quebradizo crujía a cada paso y el viento movía las ventanas y daba portazos que nos sobresaltaban, haciendo de ésta, una exploración con una inquietante banda sonora.

     El exterior de piedra aguantará siglos, convirtiéndose en una de esas preciosas “ruinas verdes”  que decoran Galicia, pero el interior desaparecerá para siempre llevándose consigo sus últimos vestigios de vida…





La cocina...














Estas barras se utilizaban para colgar los chorizos y jamones que se curaban en casa...

Horno








El cajón de la cocina escondía unos curiosos documentos...


En castellano antiguo, casi ilegible, se rescata algo de información que nos dice que se podría tratar de un testamento, escrito a pluma y fechado en 1809...


El otro documento es el Recibí más extraño que había visto hasta la fecha...

¿?




Salimos de la cocina hacia una sala...






 En la segunda planta...













Habitaciones y grietas...




Espectacular la talla de las puertas hechas a mano...







Más habitaciones y más grietas...










Tenía dos aseos...








Y un cuarto pequeñito...




Subimos al desván...

Nos llevamos un buen susto al ver, en la oscuridad, la ropa colgada, ¡parecían cuerpos!










     Esta exploración no la realicé con mis compañeros habituales, esta vez salí con mi madre,
 pasando una tarde diferente y divertida (ya sé de dónde me viene esta curiosidad por todo) 
¡TENEMOS QUE REPETIRLO!