En esta ocasión os presento otro pazo, desconozco su año de
construcción, pero supongo que estará entre los siglos XVII y XIX, época de
esplendor de estas construcciones. Lo que sí es más evidente es su año de
abandono, a finales de los 80, según varios calendarios encontrados en su
interior. Está rodeado de maleza que pronto lo hará completamente inaccesible.
Consta de una casa principal con varias habitaciones, baños y una cocina; unas
cuadras exteriores, bodega y capilla. El suelo está destrozado y los techos
también, de manera que las diferentes plantas se están viniendo abajo unas
encima de otras…
A pesar de todo, todavía quedan detalles reconocibles y
curiosos que mostrar…
Lo primero que encontramos son las cuadras, bodega y un almacén donde estaban los restos de un molino...
Entre los restos apareció una curiosa agenda... habrá vivido aquí un@ veterinari@?
Conclusión... el 5 de mayo de 1960, un cerdo costaba ¡¡245 pesetas!! Desde este mismo almacén se accedía a la casa... |
No se qué hacían esas "herramientas de tortura" en la puerta del baño...
Un cuartito lleno de muebles...
Llegados a este punto, se acabó el camino seguro y toca andar de puntillas hacia esa puerta que lleva... al vacío...
Junto a esta mesa apareció una ampolla de medicamento... Endoiodina de Bayer, un preparado a base de yodo que fue retirado del mercado en 1985, existe también un tratamiento basado en la Endoiodina para el tratamiento del ganado, si fuese este el caso... otro punto para el posible veterinario...
Y llegamos a la habitación principal...
Impresiona mucho ver como la cama y todos los objetos parece que se estuviesen derritiendo y goteando sobre el piso inferior...
La pared está literalmente desplazándose como si la quisieran arrancar de su sitio...
Hay una trampilla oculta bajo el suelo de madera...
Demasiado peligrosa como para bajar... colando la cámara...
¡Parece la bodega de antes! ¿Le gustaba beber por las noches a escondidas?
Detalle de la puerta por donde nos vamos...
En los exteriores, pero dentro de la misma finca, se encuentran unos almacenes o cuadras que guardan unos somieres antiguos...
Y la capilla devorada por la vegetación...
Por una ventanita se pudo fotografiar la parte donde se encontraba el altar y sus retablos y figuras...
Un último vistazo al pozo...
Esta ha sido una salida especial y difícil… la primera que
hago desde que me falta alguien muy importante… mi abuelo… un hombre sabio, aventurero,
amante y cuidador de la naturaleza y un apasionado del pasado y la historia. De
alguna forma sé que ha estado conmigo en este lugar y que me acompañará en
todos los demás, protegiéndome de dar un mal paso… ya sea sobre un suelo poco
firme o en cualquier ámbito de la vida. Este reportaje, y todos los que le sigan,
se los dedico a él a quien le debo mi amor por el monte y sus secretos…
A mis compañeros de excursión, que cada vez son más
variados, Fran, Martina, mi madre, mis hermanos, amig@s... Mis agradecimientos
por todo, empecé sola y me alegro mucho
de poder contar con vosotros, de ahora en adelante saludados estáis!